Debido a que sirve como la principal vía de comunicación entre el cerebro y el sistema nervioso periférico, las enfermedades que afectan la médula espinal tienen manifestaciones clínicas notables. Muchos procesos patológicos tienden a afectar áreas o tramos específicos dentro de la médula espinal. En consecuencia, el conocimiento de la anatomía de la médula espinal y la identificación de los síndromes comunes asociados son valiosos, posibilitando una evaluación diagnóstica más específica.
Las lesiones de la médula espinal pueden ser el resultado de un proceso agudo, subagudo o crónico. También pueden considerarse lesiones completas o incompletas. Una lesión “completa” se define como aquella en la que no hay conducción nerviosa significativa por debajo del nivel de la lesión. Una lesión “incompleta” se define como aquella en la que la función sensorial y/o motora se conserva por debajo del nivel neurológico de la lesión.
En este blog abordaremos los síndromes medulares de manera pragmática, resaltando sus características y puntos clave para diferenciarlos.
Síndrome medular central
Es el síndrome medular agudo e incompleto más común. Clínicamente, se presenta como debilidad desproporcionada de los miembros superiores respecto a los miembros inferiores acompañado de alteraciones sensoriales variables. Ocasionalmente, puede manifestarse con retención urinaria. El adulto mayor suele ser el más afectado, como consecuencia de una hiperextensión de la columna cervical con espondilosis preexistente.
Síndrome de Brown-Séquard
También llamado síndrome de hemisección medular, comprende la afectación unilateral de la columna dorsal, los tractos corticoespinales y tractos espinotalámicos. El sitio de mayor afectación suele ser la columna cervical, secundario a lesiones penetrantes. Clínicamente se caracteriza por debilidad, pérdida de vibración y propiocepción ipsilateral a la lesión y pérdida contralateral de la sensación de dolor y temperatura (termoalgesia). No se presenta con síntomas vesicales.
Síndrome medular anterior
El síndrome medular anterior es secundario a lesiones en los dos tercios anteriores de la médula, sin afectación de la columna posterior. Se asocia frecuentemente con la oclusión de la arteria espinal anterior. La pérdida de la función motora ocurre en la región distal a la lesión. Puede haber alteración en la función espinotalámica, resultando en la pérdida de la sensación de dolor y temperatura en áreas específicas. A pesar de esto, las columnas posteriores permanecen sin afectación, por lo que las sensaciones de vibración, posición y tacto crudo no se ven comprometidas.
Síndrome medular posterior
Es poco común, con una incidencia inferior al 1%. Se presenta con pérdida de la sensación propioceptiva, táctil y vibratoria por debajo del nivel de la lesión, sin afectarse la sensación de dolor, temperatura y función motora. Se asocia a etiologías como tabes dorsal sifilítico, trauma, esclerosis múltiple, malformaciones vasculares, tumores extramedulares compresivos y espondilosis. Si bien estos pacientes pueden deambular, presentan dificultad para mantener el equilibrio con los ojos cerrados (signos de Romberg).
Cauda equina y síndrome de cono medular
Estos síndromes pueden ser difíciles de diferenciar dado que presentan una superposición anatómica, con similar presentación clínica.
En el síndrome de cono medular la afectación se halla a nivel T12 a L2, mientras que en el síndrome de cauda equina la injuria involucra las raíces nerviosas que comprenden la misma (típicamente entre L1-L5) sin afectar como tal la médula espinal.
La principal causa del síndrome de cono medular es el trauma directo a la región toracolumbar mientras que el síndrome de cauda equina suele ser secundario a herniación discal o fracturas por estallido.
El síndrome de cono medular se caracteriza por una disfunción precoz de los esfínteres con parálisis flácida de la vejiga y el recto, impotencia y anestesia en la silla de montar (S3-S5). Los síntomas motores son más leves. Por el contrario, el síndrome de cauda equina se manifiesta con síntomas motores tempranos y pronunciados (síndrome asimétrico de motoneurona inferior con paresia/parálisis flácida y arreflexia), así como dolor radicular asimétrico. La disfunción vesical e intestinal aparece de manera más tardía.
Conclusión
Reconocer las características de los síndromes medulares nos permite un abordaje diagnóstico más preciso a la hora de evaluar un paciente con sospecha de injuria medular. Si bien, pueden ser difíciles de distinguir, se puede lograr una aproximación práctica teniendo en cuenta los puntos claves aquí señalados.
REFERENCIAS:
- Diaz E, Morales H. Spinal Cord Anatomy and Clinical Syndromes. Semin Ultrasound CT MR. 2016 Oct;37(5):360-71. doi: 10.1053/j.sult.2016.05.002.
- Eisen A. (2023). Anatomy and localization of spinal cord disorders. Up To Date
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- Rider LS, Marra EM. Cauda Equina and Conus Medullaris Syndromes. [Updated 2023 Aug 7]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK537200/