Revive
Creado: 21 de feb a las 00:00 hrs
Fuente: Revive Entrenamiento Médico integral

Delirium: Una condición potencialmente mortal pero prevenible

DEFINICIÓN

El delirium se ha definido clásicamente como un estado confusional agudo, presente en pacientes predominantemente mayores, con enfermedades médicas y/o que han sido intervenidos quirúrgicamente. Sin embargo, recientemente, se ha actualizado la terminología para distinguir entre delirium, encefalopatía y estado confusional agudo. Un consenso de expertos sugiere usos específicos para cada término. Específicamente, se recomienda emplear el término "encefalopatía aguda" para describir el estado fisiopatológico del proceso en el sistema nervioso central, mientras que "delirium" se reserva para describir los síntomas observados directamente en la cabecera del paciente.

El término "estado confusional agudo" se refiere a un estado agudo de alteración de la conciencia que se manifiesta con trastornos en la atención, acompañados de una disminución en la velocidad, claridad y coherencia del pensamiento. Aunque esta definición incluye el delirium, algunos expertos emplean "estado confusional" para denotar una disminución adicional en el nivel de alerta y alteración de la actividad psicomotora. En este contexto, el delirium se considera una categoría específica de estado confusional, caracterizado por un aumento de la vigilancia, con sobreactividad psicomotora y autonómica. Los pacientes con delirium presentan agitación, excitación, temblores, alucinaciones, fantasías y delirios. Sus criterios diagnósticos se engloban en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).

El espectro de los síntomas puede ser amplio y se ha clasificado en 3 subtipos, siendo el de características mixtas el más comúnmente observado en el entorno clínico:

  1. Delirium hipoactivo: En el que predomina la apatía y baja actividad motora.
  2. Delirium hiperactivo: Se manifiesta por agitación psicomotora.
  3. Delirium de características mixtas: El paciente fluctúa entre ambos subtipos al transcurrir el día.

Cada vez existe más evidencia que relaciona el delirium con resultados adversos en pacientes. En el ámbito hospitalario, se ha observado que el delirium aumenta significativamente el riesgo de mortalidad, con un incremento de 10 veces, así como un aumento de 3 a 5 veces en el riesgo de complicaciones hospitalarias, prolongación de la estancia y un pronóstico cognitivo desfavorable tras el alta.

A pesar de su alta prevalencia, a menudo pasa desapercibido; se estima que hasta el 60% de los pacientes cursando con delirium, no son diagnosticados. Adicionalmente se sabe que, a pesar de ser una condición potencialmente mortal, es prevenible y se ha usado como indicador de la calidad de atención en salud en pacientes mayores.

Uno de los principales diagnósticos diferenciales es la demencia, caracterizada por una progresión más paulatina de la sintomatología. Sin embargo, el delirium y la demencia frecuentemente coexisten porque la alteración cognitiva preexistente es un factor de riesgo para el delirium.

 
EPIDEMIOLOGÍA Y FACTORES DE RIESGO

Aproximadamente el 30% de las personas de edad avanzada experimentan delirium en algún momento durante su hospitalización. En el caso de pacientes quirúrgicos de edad avanzada, el riesgo de delirium, varía entre el 10% y más del 50%, siendo las tasas más altas observadas en pacientes con fracturas de cadera o sometidos a intervenciones complejas, como la cirugía cardiaca. Entre los pacientes de cualquier edad con estancia en unidades de cuidados intensivos (UCI) y que requieren soporte ventilatorio mecánico, la prevalencia del delirium alcanza el 80%.

Los factores de riesgo son multifactoriales y se distinguen en factores predisponentes y precipitantes, los primeros haciendo referencia a factores crónicos previos del paciente que lo hacen susceptible a presentar el delirium y los segundos a eventos o condiciones que pueden desencadenar el mismo.

 

DIAGNÓSTICO

Además de los criterios diagnósticos del DMS-5 previamente descritos, el Confusion Assessment Method (CAM) sigue siendo el instrumento de tamizaje para delirium más utilizado en todo el mundo, empleado en más de 4500 estudios originales y traducido a más de 20 idiomas. Tiene una sensibilidad del 94% - 100% y una especificidad del 90% - 95%. Posee una variante extensa, comúnmente empleada en la investigación, y otra versión breve, más utilizada en la práctica clínica.

Se compone de dos criterios mayores, necesarios para su diagnóstico, y dos criterios menores:

  • Criterio 1: Comienzo agudo y curso fluctuante de conciencia
  • Criterio 2: Inatención
  • Criterio 3: Pensamiento desorganizado
  • Criterio 4: Nivel alterado de conciencia

Para que el test de CAM se considere positivo, se debe contar con la presencia de los criterios 1 y 2, más uno de los criterios menores 3 o 4. Cuando surge la sospecha, el profesional de la salud debe investigar si ha habido modificaciones recientes en la medicación, la presencia de nuevas infecciones o el desarrollo de enfermedades médicas recientes que podrían estar influyendo. Es crucial establecer la función cognitiva inicial del paciente. Para evaluar los cambios en el estado mental del paciente, es esencial llevar a cabo una entrevista minuciosa con un informante indirecto, como un familiar, un cuidador o un profesional médico familiarizado con el paciente.

A pesar de que las pruebas de laboratorio, las imágenes cerebrales y la electroencefalografía (EEG) no pueden reemplazar la importancia de la anamnesis y la exploración física en el proceso de diagnóstico, son herramientas valiosas que pueden ayudar a identificar posibles causas de delirium y factores contribuyentes que pueden corregirse.

 
PREVENCIÓN Y MANEJO

La prevención se basa en reducir los factores de riesgo comúnmente asociados. Los métodos terapéuticos no farmacológicos efectivos incluyen la reorientación mediante el uso de herramientas como tableros de orientación, calendarios y relojes, junto con la promoción de la hidratación, la mejora del sueño, la participación en actividades terapéuticas, el estímulo de la presencia de familiares y la asignación de habitaciones privadas cercanas a las estaciones de enfermería para una supervisión más cercana. Es esencial evaluar y corregir cualquier déficit sensorial, garantizando el acceso y uso adecuado de dispositivos de ayuda como gafas y audífonos. Se debe minimizar el uso de restricciones físicas debido a su contribución a la prolongación del delirium, el aumento de la agitación y el riesgo de estrangulación. Se debe dar prioridad a estrategias que fomenten la movilidad, el autocuidado y la independencia del paciente de manera sistemática.

En cuanto al manejo farmacológico, se ha establecido que los pacientes con delirium hipoactivo no son candidatos y se suele reservar el empleo de neurolépticos para las formas hiperactivas o mixtas, donde la agitación psicomotora pone en riesgo la seguridad del paciente o la de aquellos a su alrededor. Es decir, no existe medicación para tratar el delirium, más bien actúan como herramientas de manejo sintomático. Los fármacos más estudiados son haloperidol, risperidona o quetiapina, teniendo presente que se debe instaurar la mínima dosis terapéutica durante el menor tiempo posible.

 
CONCLUSIÓN

En conclusión, el delirium es una condición prevalente en el ambiente intrahospitalario, teniendo un impacto muy importante en el pronóstico y recuperación del paciente. Dada su asociación con resultados adversos significativos, desde un aumento en la morbilidad y mortalidad hasta un impacto negativo en la función cognitiva a largo plazo, el reconocimiento temprano y la intervención efectiva son esenciales. La atención integral que incluye evaluaciones sistemáticas, consideración de factores precipitantes y la implementación de enfoques terapéuticos específicos, tanto farmacológicos como no farmacológicos, son cruciales para mejorar los resultados y la calidad de vida de los pacientes. En última instancia, la atención proactiva al delirium no solo mejora la atención médica, sino que también contribuye a una mejor salud y bienestar general de la población geriátrica y de aquellos en situaciones clínicas vulnerables.

 
REFERENCIAS:

- Hshieh TT, Inouye SK, Oh ES. Delirium in the Elderly. Psychiatr Clin North Am. 2018 Mar;41(1):1- 17. doi: 10.1016/j.psc.2017.10.001.
- Mattison MLP. Delirium. Ann Intern Med. 2020 Oct 6;173(7):ITC49-ITC64. doi: 10.7326/AITC202010060.
- Tobar E., Alvarez E. (2020). DELIRIUM EN EL ADULTO MAYOR HOSPITALIZADO. Revista médica Clínica Las Condes, 31(1), 28–35. https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2019.11.008.
- Francis J. et al. (2023). Diagnosis of delirium and confusional states. Up To Date.

OTROS ARTÍCULOS

Tratamiento del Ataque Cerebrovascular: Enfoque en la Trombolisis

El ACV isquémico requiere una intervención rápida para minimizar el daño cerebral. La trombólisis con alteplasa es un tratamiento efectivo, mientras que la trombectomía mecánica es una opción viable en casos de oclusión de grandes vasos. La selección adecuada de pacientes y la gestión de complicaciones son cruciales. Inscríbete en la Masterclass de Diagnóstico por Imágenes en ACV de la Iniciativa Angels para dominar técnicas de imagen y mejorar el tratamiento del ACV. Ver más...

Síndromes medulares: Cómo diferenciarlos

Reconocer y diferenciar los síndromes medulares es crucial para un diagnóstico preciso en pacientes con sospecha de lesiones en la médula espinal. Aunque pueden ser difíciles de distinguir, una aproximación práctica basada en las características distintivas y puntos clave señalados puede facilitar el abordaje diagnóstico efectivo. Ver más...

Una mirada general a la Fiebre Tropical

La enfermedad de Chagas, causada por el protozoo Trypanosoma cruzi, es una antropozoonosis endémica en América Latina. Se transmite por insectos triatominos y puede tener fases asintomáticas o manifestarse con síntomas como fiebre y hepatomegalia. La infección crónica puede desarrollar complicaciones, principalmente miocardiopatía. El diagnóstico se realiza mediante pruebas serológicas, y el tratamiento es recomendado en formas agudas y congénitas. La prevención se centra en evitar el contacto con los insectos vectores. Ver más...

Parálisis de Bell: Enfoque integral desde la definición hasta las implicaciones terapéuticas

La parálisis de Bell es una afección que provoca una parálisis facial súbita, generalmente unilateral. Se caracteriza por síntomas como debilidad facial, alteración del gusto, y sensibilidad al sonido. La evaluación incluye exámenes físicos y neurológicos, neuroimagen, y pruebas de laboratorio. El tratamiento principal es con glucocorticoides orales, y en casos severos, se añade terapia antiviral. Se debe prestar especial atención al cuidado de los ojos en pacientes con cierre incompleto de los párpados. Ver más...

Manejo efectivo de la Neumonía Adquirida en la Comunidad Directrices y Actualizaciones clínicas

La Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) es una enfermedad respiratoria globalmente significativa. Su diagnóstico implica la combinación de síntomas clínicos y hallazgos radiológicos, con un tratamiento antibiótico empírico adaptado a la gravedad y el entorno de atención. La presentación clínica varía, desde formas leves hasta severas con sepsis. Los patógenos comunes incluyen Streptococcus pneumoniae y virus respiratorios. Además, se deben considerar enfermedades no infecciosas y otras condiciones respiratorias en el diagnóstico diferencial. La edad, comorbilidades y factores de riesgo influyen en la elección del tratamiento, que puede incluir amoxicilina, macrólidos, o cefalosporinas. La duración del tratamiento y la monitorización de la mejoría son cruciales. El manejo integral requiere una comprensión profunda de epidemiología, microbiología y aspectos clínicos. Ver más...

Dudas y comentarios

{{comment.user.name}}
{{comment.time_ago}}

{{comment.content}}

Respuestas:

  • {{r_comment.user.name}}
    {{r_comment.time_ago}}


Síguenos en whatsapp facebook instagram youtube

Encuentra otros contenidos que te pueden interesar en nuestro canal de youtube "Revive Podcast"